La declaración de Sam Altman echa por tierra rumores que apuntaron a una colaboración entre OpenAI y el exdiseñador de Apple, Jony Ive. Además, es una “puñalada” a los productos flamantes que proponen nuevas formas de usar la IA.
Altman es el director ejecutivo de OpenAI, la organización que es emblema en el auge de la IA generativa.
El auge de la inteligencia artificial generativa no solo trajo consigo numerosas propuestas de software. También aparecieron productos físicos que proponen nuevas formas de interacción con esas tecnologías. Según Sam Altman, CEO de OpenAI, tales equipos podrían resultar inservibles. “No creo que sean necesarias nuevas piezas de hardware”, dijo. Su opinión no pasa desapercibida en el sector: es el hombre que lidera el desarrollo de ChatGPT, paradigma de la IA contemporánea.
Sam Altman dispara contra los nuevos productos para interactuar con la IA
El debate acerca de si son necesarios nuevos hardwares para usar la IA fue abordado por Altman en un evento organizado por la Universidad de Harvard y Xfund, una firma de inversión. Su punto de vista es el siguiente: seguramente, no sea necesario comprar un dispositivo especial para interactuar con estas tecnologías, a las que describió como “un colega supercompetente”.
Hasta ahora, sistemas como ChatGPT de OpenAI, Gemini de Google y similares se emplean desde smartphones y computadoras. Tal como señalamos, el sector de hardware también se subió al boom con sus propias promesas. La que más visibilidad consiguió es Ai Pin de la firma Humane, un pequeño equipo rectangular que se propone una experiencia manos libres y sin pantallas, mostrando imágenes holográficas. Si bien Ai Pin generó gran expectativa en la previa al lanzamiento comercial, una vez que llegó a los usuarios las críticas negativas arreciaron.
Antes de su lanzamiento, Ai Pin fue erigido por muchos como un posible reemplazante del smartphone.
Otro que fue recibido con pocos aplausos fue R1 de la startup Rabbit, que también se postulaba como un nuevo “hogar para la IA”. Igualmente, llamó la atención en la previa del lanzamiento, con un aspecto vintage y funciones de inteligencia artificial. Luego, cuando llegó al mercado, insiders coincidieron en que, amén de sus encantos, podría ser simplemente una aplicación para el teléfono y ofrecer los mismos beneficios.
¿Acaso esos recibimientos poco halagüeños explican la reciente consideración de Altman? ¿Él nunca ha pensado en crear un dispositivo en OpenAI que sirva a la nueva IA? ¿O sí lo ha hecho, y ahora cambia de opinión?
¿Adiós al rumoreado “iPhone de la inteligencia artificial”?
En septiembre del año pasado, los rumores invadieron los portales de tecnología. Al parecer, Sam Altman mantuvo conversaciones con Jony Ive, exdiseñador de Apple, para crear un nuevo dispositivo que albergaría a ChatGPT. En la ocasión, se habló del “iPhone de la inteligencia artificial”, refiriendo a la participación crucial de Ive en el despliegue de muchos de los productos de la compañía de la manzana mordida. Los informes parecían elocuentes. Según contó en la ocasión la publicación The Information, a Ive y Altman se había unido Masayoshi Son, CEO de SoftBank, que en el proyecto tomaría el rol de inversor.
Jony Ive trabajó en Apple entre 1994 y 2019: fue clave en el diseño del iPhone.
Si ahora el director ejecutivo de OpenAI dice que no es necesario un dispositivo separado para interactuar con la IA, es probable que aquella iniciativa haya sido enterrada. En caso contrario, ¿por qué lanzaría dardos contra sus propias ambiciones?
Mientras tanto, la organización estadounidense sigue enfocada en softwares y no en hardwares. Además de su producto insignia, ChatGPT, es la responsable del generador de imágenes DALL-E y se espera que este mismo año se lance Sora, un excitante sistema que crea videos de hasta 60 segundos partiendo de apenas algunas indicaciones por escrito.